“En lugar de reprimir las protestas, el Gobierno debe escuchar las demandas legítimas de dignidad y justicia social, combatir las causas subyacentes del profundo descontento social y poner en marcha mecanismos que protejan la libertad de asociación y reunión. La comunidad internacional debe además reconocer la escala de reconstrucción necesaria en Iraq tras el brutal conflicto que ha atravesado el país recientemente”, indicó la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow.
La CSI exhorta al Gobierno iraquí a poner fin de inmediato a la represión de las protestas, garantizar una investigación imparcial de los violentos ataques que se han producido, y hacer frente a los factores económicos y sociales que están provocando el descontento.
El desempleo oficial es de alrededor del 8% en Iraq, mientras que el desempleo juvenil se sitúa en más del 16% y cerca del 17% de aquellos que tienen un trabajo están en situación de subempleo. Millones de iraquíes subsisten con menos de 2 USD al día.